...¡Y visitamos las carabelas!

Ya se va acercando el final de nuestro pirata y vamos recordando en clase todas las cositas que hemos aprendido (que no son pocas) sobre estos personajes tan peculiares, sus barcos, su época, sus costumbres...

Y qué mejor celebración que irnos a ver las Carabelas de Palos de la Frontera. Ha sido estupendo comprobar que todo lo que sabíamos sobre ellas era auténtico y no un cuento más de la seño.

Y como enlace de unión entre nuestro Colón y los piratas, las mamás hicieron una pequeña dramatización del secuestro de Peter Pan y Campanilla por parte del Capitán Garfio. Menos mal que llevábamos preparado un tesoro con doblones (de mentirijilla) para poderlo engañar y rescatar a nuestros amigos.

Antes de ir tuvimos en clase un debate muy interesante.

Nuestro miniGugú tenía en la mano este mensaje:

Nos pusimos a discutir, de forma ordenada, cómo sería el rescate, qué se nos ocurría para llevarlo a cabo...

Las ideas fueron impresionantes.

Al final decidimos entre todos ir al Muelle de las Carabelas, coger un barco prestado y emprender un viaje en busca de la isla donde estaban atrapados Peter Pan y Campanilla y si era necesario luchar con Garfio para conseguirlo o convencerlo ofreciéndole el tesoro de doblones de mentira.

Pero Vero nos hizo pensar:

¡Seño, si llevamos todo este tipo intentando aprender a ser piratas, ¿cómo que ahora luchamos contra un pirata? Deberíamos defender a Garfio como buenos piratas que somos!

¡Muy bien, Vero! nos has hecho pensar.

Después de todo lo que sabemos de los piratas, que robaban, castigaban, mataban, se ponían enfermos, se quedaban sin ojo en las peleas y demás cosas, ¿de verdad queremos ser piratas? ¿O simplemente aprendemos sus  cosas y ya está?

Todos mis niños y niñas se quedaron pensando...

¡Vamos a votar seño!:

¿Quién quiere ser Pirata y defender a Garfio?

¿Quién no quiere ser pirata y defender así a Peter Pan?

La decisión fue casi unánime.

Todo lo que hemos aprendido nos ha ayudado a entender lo que no queremos ser; aunque juguemos a serlo porque es muy divertido.

Así emprendimos el viaje donde la aventura estaba garantizada.