Antes de que lleguen los Reyes Magos hemos trabajado en clase mucho sobre los juguetes.
Es necesario concienciar a nuestros niños y niñas desde pequeños que La Navidad no sólo es oportunidad de adquirir más y más juguetes.
Nos gustan los juguetes, ¡claro que sí! pero hay que elegirlos con cabeza, sin tanto afán consumista y siempre pensando en los que no tienen.
A este respecto, esta semana han podido escuchar cuentacuentos ("El cohete de papel", "El príncipe y el juguetero", "Los hermanos enfadados") cada día, han trabajado sobre el cuento popular del Soldadito de Plomo (y leído en pictogramas) y hemos fabricado nuestro propio juguete.
Fabricarse un juguete, antaño, era señal de pobreza y pocos recursos económicos. Actualmente, volver a esta práctica es una manera de concienciar a niños y niñas de que algo que construimos con nuestras propias manos nos da más pena estropearlo, lo cuidamos más y lo compartimos entre todos, ¡es algo NUESTRO!.
Con una caja de cartón, papeles de colores y lana hemos hecho una pecera donde, con un poco de suerte, conseguiremos pescar el pez que se comió al soldadito de plomo y así poder jugar otra vez con él.
Ha sido una experiencia muy muy positiva.
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